lunes, 18 de noviembre de 2013
martes, 12 de noviembre de 2013
jueves, 17 de octubre de 2013
CÓMO TRANSMITIR Y ENSEÑAR VALORES A NUESTROS HIJOS
Los estándares del comportamiento que establecemos en nuestras familias son los condicionantes más fuertes para la conducta y la vida futura de nuestros hijos.
La crianza y educación de los hijos es una de las tareas más importantes que cualquier persona pueda realizar. La mayoría de nosotros aprende cómo ser padres con la experiencia y mirándonos en el espejo de nuestros padres.
Hoy el uso excesivo del alcohol y otras drogas afecta a nuestros niños, familias, y comunidades y nos somete a grandes presiones. Francamente, muchos de nosotros necesitan ayuda para ocuparse de esta amenaza espantosa a nuestra salud y principalmente a la de nuestros niños.
Como padres, tenemos que comenzar en nuestras propias familias manteniendo lazos fuertes, siendo cariñosos con nuestros niños, enseñando reglas de comportamiento, fijando y haciendo cumplir las reglas para el comportamiento, sabiendo sobre los efectos del alcohol y otras drogas, y escuchando a nuestros niños.
Valores De la Enseñanza
Cada familia tiene expectativas sobre el comportamiento que determinan los principios y los estándares, agregándole los "valores". Los niños que deciden no utilizar el alcohol u otras drogas toman a menudo esta decisión porque tienen convicciones fuertes contra el uso de estas sustancias, convicciones que se basan en un sistema de valores.
Basándose en la familia, y los valores religiosos y/o éticos que ayudan a la gente joven a decir no y ayudándolos a apegarse a sus decisiones.
CÓMO INCULCAR VALORES ÉTICOS:
Comunique los valores abiertamente.
Hable de porqué los valores tales como honradez, independencia, y responsabilidad, son importantes, y de cómo los niños con la ayuda de esos valores, toman buenas decisiones.
Reconozca cómo sus acciones afectan el desarrollo de los valores de su hijo.
Muchas veces, los niños copian el comportamiento de sus padres. Los niños de padres que fuman, por ejemplo, tienen mayor probabilidad de ser fumadores. Evalúe su propio uso del tabaco, del alcohol, de las medicinas sin prescripción, e incluso de las drogas.
Considere que sus actitudes y acciones pueden formar la opinión de su hijo. Esto no significa, sin embargo, que si usted tiene el hábito de tomar vino con la cena o una cerveza o un cóctel ocasional, que usted deba dejar de hacerlo.
Los niños pueden entender y validar que hay diferencias entre lo que los adultos pueden hacer legalmente y que puede ser apropiado y legal para los niños. No deje a sus hijos acompañarlo en su actividad de beber mezclando un cóctel para usted o trayéndole una cerveza, y no permita que su niño tenga acceso a su bebida.
Considere los conflictos que puedan implicar sus palabras y sus acciones.
Recuerde que los niños son rápidos para detectar cuando los padres envían señales a través de sus actos. Decirle a su hijo que diga que usted no está en el país atendiendo una llamada telefónica es, en efecto, una enseñanza negativa en cuanto a la formación de los valores.
Cerciórese de que su hijos entienda los valores de la familia.
Los padres asumen, a veces equivocadamente, que los niños tienen valores "absorbidos", cuando en realidad pueden estar confusos si nunca fueron discutidos.
Usted puede probar la comprensión de su niño discutiendo algunas situaciones comunes en ocasión de la cena por ejemplo. Pregúntele que haría si ve que a una persona enfrente suyo, se le cae una moneda, por ejemplo.
martes, 3 de septiembre de 2013
miércoles, 17 de julio de 2013
jueves, 20 de junio de 2013
martes, 14 de mayo de 2013
GUÍA PARA EL EDUCADOR
No se educa cuando se imponen convicciones, Sino cuando se suscitan convicciones personales.
No se educa cuando se imponen conductas, Sino cuando se proponen valores que motivan
No se educa cuando se imponen caminos, Sino cuando se enseña a caminar.
No se educa cuando se impone el sometimiento Sino cuando se despierta el coraje de ser libres.
No se educa cuando se imponen ideas, Sino cuando se fomenta la capacidad de pensar por cuenta propia
No se educa cuando se impone el terror que aisla, Sino cuando liberas el amor que acerca y comunica.
No se educa cuando se impone la verdad Sino cuando se enseña a buscarla honestamente.
No se educa cuando se impone un castigo, Sino cuando se ayuda a aceptar una sanción.
No se educa cuando se imponen disciplinas, Sino cuando se forman personas responsables.
No se educa cuando se impone el miedo que paraliza Sino cuando se logra la admiración que estimula.
No se educa cuando se impone información a la memoria, Sino cuando se muestra el sentido de la vida.
No se educa cuando se impone a Dios Sino cuando se lo hace presente con la vida misma.
martes, 30 de abril de 2013
jueves, 11 de abril de 2013
jueves, 4 de abril de 2013
martes, 2 de abril de 2013
jueves, 17 de enero de 2013
¿COMO CREAR HABITO DE ESTUDIO EN LOS NIÑOS?
Lograr que los niños se sienten a estudiar sin tener que estarles atrás todo el día es el sueño de todo padre. ¿Cómo lograr que el sueño se concrete?
El hábito de estudio, como tantas otras costumbres que se deben implementar en la vida, consiste en el desarrollo de un proceso que es fundamental para que el pequeño descubra los beneficios de la predisposición y la motivación.
Mediante la práctica rutinaria es posible mejorar la atención, la memoria, y la concentración. Para que la costumbre tenga éxito debe reiterase todos los días a la misma hora, en el mismo lugar y de la misma forma.
HÁBITOS DE ESTUDIO PASO A PASO
1.-“La única manera de poder establecerlo es mediante la repetición. Es importante que todos los días o durante aquellos días que los padres consideren necesarios, los niños puedan tener un horario fijo y un lugar especial para estudiar.
Aunque parezca un detalle es vital que se respete siempre la misma hora y en sitio para que el niño se sienta seguro y contenido.
También debe desarrollarse de la misma forma que de costumbre, es decir, luego de la merienda o de determinada actividad. No es bueno alterar para nada el panorama del menor cuando debe enfrentarse a la tarea de estudiar”, señala psicopedagoga española Leire Mayor.
2.- La actitud de los padres es fundamental para que los hijos desarrollen la tarea con placer y no la asuman como un castigo o un momento negativo del día.
“Deben poder despertar el interés en los niños, hacer ver que estudiar y hacer tareas son situaciones que se pueden llevar a cabo con alegría.
Los niños actúan según lo que ven y si ven a unos padres entusiasmados, proactivos y dispuestos en todo momento a colaborar para que el niño se sienta cómodo, feliz ya que es la única manera de que rindan lo adecuado sin ver la rutina de estudio como un castigo”, determina la profesional.
3.- Desde que el niño ha nacido es posible comenzar a instaurar el hábito de estudio de un modo natural. “Solamente es necesario que la madre o el padre dispongan de unos minutos fijos al día para leerle al bebé.
Respetar esta costumbre es fundamental si lo que se desea es que el hijo no solamente vea como algo natural el espacio dedicado a la lectura sino que quiera intentarlo él. Ser un ejemplo para el niño es la base de su desarrollo”, aconseja la experta.
4.- Dejar que el niño se convierta en un ser responsable. “No se puede obligar a un pequeño a estudiar. Para aprender, deben sufrir las consecuencias de sus actos ya que el hábito de estudio se adquiere y solamente se aprende de los errores.
Los padres deben permitir que los niños experimenten por ellos mismos lo que ocurre cuando no hacen lo que deben. Si no entregan un trabajo a tiempo, hay que dejar que aprendan de la experiencia.
Siempre motivándolos y dándoles una visión positiva del estudio. Seguramente con una vez sea suficiente para que no reiteren el error, se organicen mejor y rindan adecuadamente a la oportunidad siguiente.
En este proceso, los padres deben estar presentes, apoyando y trabajando a la par del niño para que pueda ser capaz de sortear los obstáculos y no caiga en frustraciones”, finaliza diciendo la psicopedagoga.
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